Incorporación de Argentina a la alianza de los BRICS.

Alberto

Buenos días.
Hemos dado hoy un nuevo paso en la consolidación de la Argentina fraterna y abierta al mundo que siempre soñamos.
Como parte del sur global, este sur lleno de esperanza y de futuro, nos hemos incorporado a la alianza de los BRICS, los países más importantes de las economías emergentes. Se abre un nuevo escenario para la Argentina. Vamos a ser protagonistas de un destino común en un bloque que representa más del cuarenta por ciento de la población mundial, al mismo tiempo que seguimos fortaleciendo nuestras relaciones fructíferas, autónomas y diversas con otros países del mundo.


Argentina fue, es y será un país integracionista. Es una política de Estado buscar la integración con diferentes instancias a nivel regional y mundial, porque está probado que de ese modo aumentamos nuetras posibilidades de abrir nuevos mercados, de consolidar los existentes, de favorecer los flujos de inversión creando empleo, de aumentar las exportaciones y de desarrollar la aplicación de nuevas y mejores tecnologías.


Durante el transcurso del 2022 comenzamos las gestiones para el ingreso de la Argentina a los BRICS. Hicimos reuniones con los jefes de Estado, cancilleres y embajadores del bloque en la convicción de que se trata de una plataforma política y económica necesaria frente a un mundo inestable e inequitativo donde los países con economías emergentes requerimos mayores niveles de integración.


Quisimos y queremos ser parte de los BRICS porque el difícil contexto global confiere al bloque una relevancia singular y lo constituye en un referente geopolítico y financiero importante, aunque no el único, para el mundo en desarrollo.
Ser parte de los BRICS nos fortalece y no excluye otras instancias de integración, y menos todavía la orgullosa pertenencia argentina al sistema multilateral de las Naciones Unidas.


Formar parte de los BRICS significa ser parte de un bloque que actualmente representa el 24 % del PBI global, el 16 % de las exportaciones y el 15 % de las importaciones mundiales de bienes y servicios.


En términos de comercio exterior argentino, los actuales cinco países que integran los BRICS representan para la Argentina el 30 % del destino de nuestras exportaciones, de modo que ya hay un camino recorrido y nuestra intención no surge de ninguna abstracción sino de nuestros intereses nacionales.


Aumentar la capacidad de nuestra exportación a los países miembros, así como fortalecer nuestras oportunidades comerciales con países que mantienen relaciones de segundo orden con ellos, es una oportunidad que se nos presenta.
El bloque facilita la coordinación económica de los países que lo componen. Se trata de las principales economías emergentes. Potencia la agenda de los países del Sur Global. Y promueve herramientas para alcanzar los desafíos de desarrollo contemporáneo.


Por esas razones el 24 de agosto de 2022 envié una nota formal al presidente XI JINPING en el marco de la presidencia Pro Tempore que China ejercía en los BRICS. Allí le expresé al presidente que los BRICS constituían para la Argentina un enorme mecanismo de cooperación. Asimismo, pusimos al tanto de nuestra vocación de ingreso mediante nota al resto de los países: Brasil, Rusia, India y Sudáfrica.


Nuestro ingreso a los BRICS es una meta coherente con nuestra búsqueda por proyectar a nuestro país como un interlocutor clave y un potencial articulador de consensos en colaboración con otras naciones, sobre todo de nuestra región, en un mundo atravesado por marcadas tensiones geopolíticas.


Asistimos a un escenario marcado por la crisis del sistema multilateral, por la desaceleración de la economía mundial, por los shocks sobre las cadenas de suministro, por fenómenos de inflación generalizada y por la insostenibilidad de deudas externas.


Todo eso determina mayor desigualdad social al interior de los países y una profundización de la brecha Norte –Sur entre naciones, a lo que se suma el debilitamiento de muchos de los foros que nos habíamos dado para preservar la paz y promover el desarrollo.


Por este motivo, los BRICS, en base a su enorme peso institucional y financiero, juegan un papel determinante en la exigencia de diseñar una arquitectura financiera mundial que tenga en cuenta las necesidades de crecimiento, comercio, inversión y bienestar social.


No es una cuestión menor, tampoco, subrayar que el reclamo argentino para resolver la disputa de soberanía de la Cuestión Malvinas tiene en este foro a países que acompañan una resolución pacífica y negociada, tal como lo dispusieron diversas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.


Tiene sentido que nuestro país se incorpore a los BRICS porque cuatro provincias tienen como principal socio comercial y destino de sus exportaciones a Brasil; para otras ocho provincias su destino número principal es China. Para San Juan y Santa Fe, es la India el primer destino de sus productos exportables.


Según la FAO (la organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) los BRICS son los países que están “preparados para liderar la erradicación del hambre y la pobreza mundial en el 2030”. Tenemos un deber moral humanitario para evitar el crecimiento de las hambrunas, y también allí hay una oportunidad de presencia internacional de la Argentina gracias no solo a la productividad de nuestro suelo sino a la potencia de la agroindustria y la biotecnología.


La política exterior argentina se guía por valores identitarios y por intereses permanentes. Uno de esos valores es la búsqueda permanente de mayores márgenes de justicia y bienestar para su población. Y la concreción de esa búsqueda no es contradictoria, sino todo lo contrario, con el interés permanente de aprovechar todas las oportunidades de integración existentes, siempre que no vayan en desmedro ni de la soberanía ni del crecimiento y el desarrollo.


Somos un país de desarrollo medio. Pero somos conscientes, y la pandemia redobló dramáticamente esa conciencia, de que la Argentina no debe desaprovechar ninguna instancia de integración que sirva para potenciar su crecimiento.
No existe en el mundo ningún país que no integre por lo menos un bloque o un mecanismo integracionista.
Los BRICS son, para la Argentina, una nueva oportunidad.


Queremos aprovecharla en bien de las argentinas y los argentinos, y en especial de quienes más lo necesitan.
Es el corazón de nuestra política exterior, proyección hacia el mundo de un pueblo pacífico, amistoso, realista y digno.

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