Inauguración de obras y equipamiento para la Red de Genómica en el Instituto Anlis Malbrán
Muy bien, buenas tardes a todos y todas. Gracias por recibirme. Contento de estar otra vez más aquí en el Malbrán, viendo que además progresamos, que vamos avanzando, que las cosas van saliendo.
Cuando nosotros llegamos nos encontramos con una realidad muy distinta a la que intentamos tener hoy, una realidad que había hecho desaparecer al Ministerio de Salud y había hecho que el Estado desinvierta mucho en materia de salud. Y hay algunos que pensamos que el Estado necesariamente debe estar presente para hacer mejor la vida de los ciudadanos, debe estar presente educando, debe estar presente dando salud. Entonces, estábamos muy decididos en aquellos días en los que Ginés era Ministro, después con Carla igual, estábamos muy decididos a poner en el centro de la atención de los recursos del Estado a la salud, pero ocurrió que al día 99 de gestión nos sorprendió la pandemia. Y la verdad, yo creo que todos los argentinos allí tomamos cuenta de la dimensión que tiene, la importancia que tiene contar con recursos, contar con la tecnología adecuada, contar con científicos, con médicos. Se dio cuenta de lo importante que es el personal de la salud cuando la pandemia apareció entre nosotros.
Y la verdad es que, vine acá cuando lograron secuenciar el genoma del Covid y la verdad es que, para un abogado son palabras inexplicables, uno las repite, no entiende muy bien de qué se trata, pero parece que era algo muy difícil de hacer y se hizo. Y vimos también cómo todo el mundo científico se movilizó para ayudar a la pandemia, y los argentinos, poco a poco, nos empezamos a dar cuenta de lo importante que es la ciencia, la tecnología, la medicina; Lo importante que es que el Estado esté presente desarrollando todo esto, básicamente para mejorar la vida de los argentinos y de las argentinas.
Llevamos adelante un trabajo enorme, donde ustedes tuvieron mucho que ver en la pandemia y donde siempre estaré agradecido a cada trabajadora, a cada trabajador, a cada médico, a cada investigador del Malbrán y del sistema de salud todo, porque dieron mucho por la Argentina, hicieron mucho por la Argentina en un momento particularmente difícil.
Y también celebro que podamos cumplir nuestras promesas, nuestros compromisos y que no estemos aquí hoy para impulsarlos a ayudarlos a encontrar la solución frente a una pandemia, como vine aquella vez, sino para ver cómo podemos seguir trabajando, invirtiendo. No hay mejor dinero que el que se invierte en educación y salud, en ciencia y en tecnología porque allí está el futuro y las riquezas de las sociedades, allí está verdaderamente. Una sociedad que vive mejor porque se educa, una sociedad que vive mejor porque tiene o cuenta con la medicina que necesita, y tiene también los científicos que ayudan a mejorar esa vida, es la mejor inversión que un Estado puede hacer.
Y hoy estoy contento porque venimos ya a mostrar que encontramos respuestas o mejoramos nuestras respuestas a demandas que la Argentina tiene. Para un porteño los alacranes son unos bichos que existen en algún lugar del mundo, y las arañas de rincón parece que son una cosa que… y las víboras no las conocemos, las vemos en las películas de la National Geographic, pero no las vemos, pero hay millones de argentinos que están asediados por ese riesgo y hay millones de latinoamericanos. Hoy, que vengo de un día de algarabía porque Lula es Presidente en Brasil, hoy Latinoamérica puede contar con nuestro auxilio para darles, no se dicen antídotos se dicen: los anti venenos. Esto es tanto mirar películas… los anti venenos necesarios que América Latina necesita y que Argentina pueda proveer todo eso a hermanos latinoamericanos a mí me llena de orgullo. Me alegra, lo celebro, y que además la inteligencia argentina tenga esa capacidad para desarrollar estos productos a mí me llena de orgullo. Miraba el otro día un video que hablaba de aquellos que dicen que vivimos en un país…, y la verdad es que nosotros estamos tan orgullosos del país en el que vivimos, ustedes me llenan de orgullo, de verdad, cada uno de ustedes, y cada argentino tiene que estar orgulloso de ustedes, cada argentino, porque ustedes además no piensan en las manzanas que rodean al Malbrán, piensan en la Argentina, piensan en América Latina, piensan en el ser humano, viva donde viva, eso tiene un valor incalculable, incalculable.
Yo me dispuse a que, en este mandato, en verdad esperaba tener cuatro años distintos a los que me tocaron, no voy a mentir, ¿no?, pero me tocaron dos años de pandemia, dos años de guerra, pero nunca cedí en mi decisión de que las cosas mejoren, que no nos postre esa sensación de que una pandemia nos tiraba para abajo, una guerra nos tiraba para abajo, y seguimos confiando en nuestra idea, y seguimos invirtiendo, seguimos invirtiendo en salud, seguimos invirtiendo en educación, seguimos invirtiendo en ciencia y tecnología, y seguimos trabajando para que haya inversión, y seguimos trabajando para que haya trabajo para los argentinos, y van saliendo las cosas, y no somos ese país, somos un país maravilloso, porque eso no lo hizo el gobierno, lo hicimos nosotros, todos nosotros, cada uno de nosotros.
Y también yo me comprometí a tener un país con una mejor calidad institucional, y en la búsqueda de esa calidad institucional tuvimos que promover lo que promovimos, buscando que de una vez por todas los argentinos, que merecemos tener buena educación, que merecemos tener buena salud, que merecemos acceder a la mejor tecnología, también merecemos contar con un servicio de Justicia digna, y yo lo que quiero es poner ese debate en sociedad argentina, y lo vamos a hacer, porque es hora de que lo hagamos, porque este año cumplimos 40 años de democracia, y ese es un tema pendiente de la democracia. Y además en 40 años de democracia deberíamos estar trabajando todos unidos, sin distinción partidaria, más allá de la ideología, del color político de cada uno, para ver, sabiendo que la democracia tiene deudas para con la sociedad, cómo saldamos esas deudas, cómo saldamos las deudas que tiene el país con el norte argentino, tan postergado una y otra vez, cómo saldamos la deuda con la Patagonia, tan postergada una y otra vez, y cómo hacemos que ese centro tan rico se desarrolle, pero con un modelo de equilibrio, de justicia. Yo creo que para los que somos de mi generación, cuando en los años 80, cuando vivimos toda la dictadura y volvió la democracia, la democracia era una utopía que teníamos en la cabeza en mi generación, y la utopía la cumplimos, mal que mal la funcionó y la Argentina no volvió a perder su institucionalidad nunca más.
Ahora nosotros tendremos que tener una nueva utopía, que es la utopía de la igualdad, poder construir un país igualitario, podemos hacerlo, no vivimos en un país igualitario, vivimos en un país profundamente desigual, y la igualdad no solamente está, que debe estar, en la distribución de los ingresos, que esa es una forma de lograr la igualdad, también debe estar en la posibilidad de que cada argentino y cada argentina acceda a la educación, a la salud, al desarrollo de la ciencia y la tecnología, que todos tengan esa posibilidad y podamos hacerlo.
Yo estoy muy feliz de estar en este maravilloso edificio, en esta espectacular biblioteca, con gente maravillosa, que ha hecho por la Argentina muchísimo, y a la que siempre les estaré agradecido. Y que no hay plata que alcance para que la Argentina siga avanzando si desarrollamos la inteligencia argentina, si desarrollamos la ciencia y la tecnología, si le damos salud a los argentinos que la necesitan.
Gracias de corazón. Los felicito.