150 aniversario del Servicio Meteorológico Nacional, desde la sede central del organismo, CABA.

Alberto

Muy buenos días a todos y a todas. Muchas gracias por invitarme, por hacerme participar de este acto que es muy importante.

En verdad siempre dicen que a uno le dejan el discurso final como una suerte de ponerlo en un lugar de privilegio, pero no es un privilegio hablar último después del discurso magnifico de Celeste y de las buenas palabras de Jorge, con lo cual, me voy a animar a reflexionar sobre algunas cosas de lo mucho y bien que han dicho Celeste y Jorge antes que yo.

Miren, cuando el servicio meteorológico se creó en Argentina, no con ese nombre, sino con otro Observatorio Meteorológico Argentino, creo que se llamaba, fue producto del pensamiento de alguien que a mí juicio fue un personaje enorme en nuestra historia que fue Domingo Faustino Sarmiento. Fue la tercera oficina dedicada a estudiar la meteorología en el mundo, solo Hungría y Estados Unidos lo habían hecho antes que nosotros, las dos en el hemisferio norte, fuimos los primeros en hacerlo en el hemisferio sur.

A veces me pregunto por qué se le habrá ocurrido a Sarmiento. Bueno, Sarmiento fue también el primero que se le ocurrió hacer un censo en la Argentina para saber quiénes éramos, para saber cómo éramos, para saber qué necesitábamos, para saber qué teníamos y para saber de qué carecíamos. Evidentemente Sarmiento tuvo en su lógica permanentemente la idea del conocer como base central del desarrollo de su sociedad. Por eso se ocupó tanto de educar, por eso se ocupó saber quiénes éramos y por eso también se ocupó del tiempo porque en aquellos años hubo una generación que pensó una Argentina fundada en el sistema agropecuario nacional.

Fue esa generación del 80 la que construyó un país que después algunos pusimos en crisis, pero que le dio desarrollo a la Argentina durante muchos años. Ese país donde el puerto de Buenos Aires se convertía en el cuerpo de la araña y las redes ferroviarias se extendían en busca de los granos y las carnes que se producían en el interior de la patria.

La realidad es que en esa lógica sabiendo que íbamos a depender de lo que nuestra tierra era capaz de producir, saber lo que el clima iba a hacer con nosotros era muy importante, sin ninguna duda. Y entiendo que eso debe haber motivado a Sarmiento a querer saber cómo iban a ser los días en esos momentos en donde se sembraba y se cosechaba. Verdad un auténtico visionario, un auténtico pionero que le puso al conocimiento, primero, al conocimiento básico, a la educación primaria, le dio una importancia central. Después nuestro país en muchos momentos de la historia demostró la trascendencia del conocimiento como forma de desarrollo, lo hizo en la reforma del 18 en la universidad, lo hizo cuando la universidad en el año 49 se volvería gratuita, lo hizo cuando se crearon universidades obreras, que son hoy la expresión de esa universidad obrera es la universidad tecnológica nacional, que tantos y van tan buenos ingenieros ha dado a la República. Lo hacemos todos los días nosotros apostando al desarrollo científico y tecnológico. Este servicio meteorológico tiene que ver con esa idea, la idea de qué podamos conocer, de qué podamos saber, de qué podamos prever.

Ayer estuve el Córdoba anunciando el acuerdo para construir los cohetes que van a llevar nuestros satélites más allá de la atmosfera, al espacio. La Argentina es una de los diez países capaces de construir satélites y ahora vamos a ser capaces de transportarlos más allá de la atmosfera. Hoy en día para hacer eso tenemos que alquilar el servicio. Ahora vamos a poder construirlo nosotros y hacerlo nosotros y vamos a ver salir nuestros satélites de Bahía Blanca o de Pipinas, lugares cercanos al mar y desde allí vamos a poner en órbita nuestra tecnología satelital,

¿y por qué digo eso? porque ayer hablábamos del SAOCOM, dos satélites que ya están navegando en el espacio y que nos permite anticipar cuestiones climáticas que a todos nos preocupan. Cuestiones climáticas, que como bien dijo Celeste, se llegaron al mundo lamentablemente para complicarnos la vida, nadie lo advirtió adecuadamente en su momento, este efecto invernadero que el carbono ha generado, ha lastimado la mejor vida de los ciudadanos del mundo y ahora lo que tenemos que hacer es empezar un proceso de reparación por lo menos para qué eso no se profundice. Y esos satélites dan cuenta de lo que pasa cotidianamente.

Ayer hablaba con el Gobernador de Córdoba de cómo se inician los incendios que antes no se iniciaban y que ahora sí ocurren, producto de ese calentamiento global, de las sequias que se viven. Basta ver que hemos vivido un tiempo en donde el Río Paraná registró la mayor bajante de su historia. ¿Cuánto tendrá que ver la tala del Amazonas para qué esto se generé y para qué esto se produzca? ¿cuánto tendrá que ver la perdida de espacios verdes en nuestro continente que son el oxígeno, el pulmón del mundo para qué estos cambios ocurran y nos lastimen? Ahora, frente a lo irremediable porque estos cambios ocurrieron, no es que van a ocurrir, hacemos todo lo posible para qué no sigan ocurriendo. Es muy importante poder predecir lo que nos pasa.

Poder predecir una tormenta, poder predecir una sequía, poder predecir una lluvia abundante que tal vez derrame en los ríos y se convierta en inundaciones en lugares donde viven seres humanos. Poder conocer es el secreto del futuro, poder saber es el secreto del futuro. Por eso, tal como dije ayer, vuelvo a repetirlo…Ayer Daniel me hablaba, todo orgulloso, de que vamos a tener una súper computadora en el Servicio Meteorológico, va a ser la computadora más grande de la Argentina, con mayor capacidad de la Argentina y a mí eso me llena de satisfacción y me alegra, porque solo decir que, tal vez lo que debamos entender en este tiempo, que las sociedades más ricas no son las que tienen petróleo, las que tienen oro, las que tienen litio, las que tienen recursos naturales; las sociedades más ricas son las sociedades que desarrollan el conocimiento, la ciencia y la tecnología, esas son las sociedades más ricas; son las que desarrollan la inteligencia, porque la verdad que puedo tener mucho petróleo pero si no tengo la tecnología para sacarlo soy muy pobre y puedo tener mucho litio, pero si no tengo ciencia para sacarlo soy muy pobre y puedo tener muchos campos, pero si no tengo la ciencia que me diga cómo va a ser el régimen de lluvias soy muy pobre.

Por eso, nada me hace más feliz que invertir en ciencia y tecnología porque ahí estamos apostando al futuro, ahí nos estamos desarrollando como sociedad, ahí estamos haciéndonos dueños de las herramientas necesarias para poder crecer. Y es lo que estamos haciendo hoy aquí, celebrando 150 años del Servicio Meteorológico Nacional.

Para muchos, tal vez, sea simplemente un servicio que toman los medios de comunicación para contarnos en la mañana cómo va a estar el día, pero es muchísimo más que eso; Es un servicio que nos permite prever cómo va a evolucionar el clima para hacernos más fácil aquello que queremos desarrollar y producir en la Argentina.

Y si nosotros logramos que este esfuerzo se profundice y lo gramos que más científicos entren en el servicio, más doctores y logramos, como quiero hacer con las Fuerzas Armadas, jerarquizar esa tarea para que la sociedad reconozca la importancia de las tareas de quienes trabajan en las Fuerzas Armadas sobre el Servicio Meteorológico Nacional, o los Científicos del CONICET; si nosotros logramos todos eso, vamos a estar en una mejor sociedad, vamos a vivir en una mejor sociedad y vamos a disfrutar de los logros que los científicos aporten a la vida cotidiana de los argentinos.

Yo no quise estar ausente hoy en esta celebración. Celeste contó mucho mejor que yo, lo importante que es el Servicio Meteorológico Nacional. A mí no tuvo que convencerme, yo estaba convencido y por eso seguimos apostando, Celeste, seguimos apostando, jerarquizando a quienes trabajan aquí, dotándolos de un número mayor de científicos, dotándolos de la súper computadora que va a ser más fácil la tarea de ustedes. Celebro que el Servicio Meteorológico esté en manos civiles, es una decisión que tomó Néstor en su Gobierno, celebro que esté en manos de una mujer, en estos tiempos en donde la igualdad es tan necesaria y tan importante, una mujer, que todos sepan, que es muy valiosa y muy reconocida en el mundo entero. (APLAUSOS)

Así es que, a mí solo me resta decirles que, como soñó Sarmiento, quiero una Argentina donde la educación, el conocimiento, el desarrollo dela ciencia y la tecnología no secén nunca, que no sean aspiraciones de un Presidente, sino que sean políticas de Estado en favor de cada argentino y de cada argentina. Y solo me resta agradecerles a todos los que trabajan aquí, a todos los que cotidianamente hacen este esfuerzo, de anoticiarnos sobre cómo viene el mundo que, lamentablemente, ha perdido su rumbo y ha puesto en peligro también la tranquilidad de las generaciones futuras. Por lo menos, dominemos el daño que se ha causado, hagamos lo necesario para que ese daño no siga creciendo y hagamos que las generaciones futuras no tengan que recriminarnos haber sido cómplices con nuestro silencio de que el mundo se siga degradando.
Feliz cumpleaños, gracias a todos y todas. 

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